Una responsabilidad clave de las ciudades y servicios públicos para proteger su transformación digital es garantizarse la disponibilidad de datos de calidad y proteger su uso y acceso.
Entre los operadores públicos crece la demanda de soluciones fiables para garantizar la seguridad de la información pública y la privacidad de los datos de los ciudadanos.
La revolución del big data es una oportunidad para los operadores públicos de desarrollar formas más eficientes de gobernar y de afrontar el cambio climático y las expectativas de los ciudadanos. Las autoridades públicas son organizaciones complejas que generan y acumulan cantidades ingentes de datos que ayudan a los líderes políticos a entender mejor las situaciones y a tomar decisiones bien fundadas.
Mientras tanto, las autoridades públicas tienen que garantizar la soberanía de datos por el bien de los ciudadanos y la seguridad pública.
Acelere la innovación y garantice un futuro resiliente y sostenible para sus ciudadanos.