Belleza y cuidados personales

Para triunfar en este entorno complejo, las empresas de productos de belleza y cuidados personales tienen que estar a la altura de las necesidades y deseos cambiantes de los consumidores, cada vez más orientados a la oferta de «autoservicio de salud y bienestar». Esto supone gestionar los complejos procesos normativos de manera impecable. Sin embargo, gestionar la conformidad normativa a veces es un proceso altamente manual: recopilar revisiones de estado, realizar modificaciones en fases avanzadas del proceso y tomar decisiones acerca de los materiales adecuados que se van a usar es un largo proceso en el que los conocimientos no se utilizan de forma eficiente.

Uno de los KPI del nuevo crecimiento de la cuota de mercado es con qué velocidad se pueden adaptar las normas internacionales para aplicarlas localmente. Esto significa asegurar la calidad y el rendimiento, al tiempo que se adapta la fórmula y el packaging a las normativas, gustos y preferencias locales y a los canales de distribución locales. La gestión de los datos es fundamental para implementar un enfoque que las empresas de belleza y cuidados personales pueden aprovechar en la carrera para conseguir una cuota de mercado global.

La rapidez con la cambian las respuestas y las demandas de los consumidores puede dar lugar a cuellos de botella en la cadena de suministro, falta de stock o carteras de productos estancadas. Las empresas de belleza y cuidados personales que quieren responder rápidamente a un mercado cambiante tienen que fomentar la eficiencia de la cadena de suministro mediante la capacidad de obtener materias primas alternativas con el mismo rendimiento, pero a un coste menor. Esto requiere asociarse con los minoristas para influir en las estrategias de merchandising e implementar rápidamente los cambios en los canales de distribución.